viernes, 20 de enero de 2012

Aron Ralston. 127 horas.



Es posible que, de todas las películas que he visto los últimos dos años, una de las que más me impactó fue 127horas (Danny Boyle, 2010).

Me sonaba la historia de
Aron Ralston, estudiante de ingeniería mecánica y montañero aficionado de Indiana (EE.UU); pero lo cierto es que no la conocía en profundidad. Fue después de ver la película que protagonizó James Franco, que me interesé más por su vida.

Ralston, tras finalizar su carrera, trabajó para Intel hasta el año 2002, fecha en que lo dejó todo para recorrer los llamados
"fourteeners" (picos de más de 14.000 pies=4.300m aprox.), y hacer del senderismo su forma de vida.

En el año 2003, emprendió la que iba a ser "la gran aventura de su vida". Y tanto. Cogió el coche, la bici y todo lo que solía llevarse a sus excursiones y llegó al Blue John Canyon, cercano a Moab, Utah; con la intención es escalar todo lo que se le pusiera por delante y caminar hasta llegar al último rincón del cañón.

Aron solía decir a su madre y amigos dónde emprendía las excursiones, pero en esa ocasión y sin motivo aparente, no lo había hecho. Error.

En su afán por colarse por cualquier grieta existente entre las rocas, una de ellas le pasó una mala jugada. Al tratar de bajar desde la abertura de la roca, hasta el suelo de la misma, encontró una piedra en la que pensó que podría ayudarse para bajar.
La roca, de unos 90 kg., se encontraba atascada entre las dos paredes de la grieta, pero la fuerza de Ralston al apoyarse hizo que ésta cediera, empujándole de golpe a él hasta el fondo y atrapando su antebrazo derecho.
El brazo de quedó atrapado entre la gran piedra y la pared de la grieta, sin que el montañero pudiera liberarse, por muchos y muy fuertes que fueron sus esfuerzos.
La angustia de Ralston, más allá del dolor físico, fue el caer en la cuenta de que ninguno de sus conocidos sabían de su paradero y, por tanto, nadie estaría buscándole.
Trató de suministrarse el agua en pequeñas dosis, aún sabiendo que muy probablemente aquél iba a ser su fin.
Con la cámara de vídeo que llevaba siempre para recordar sus excursiones grabó varios vídeos, narrando con detalle cuál era su situación. A veces, muchos de ellos, en un tono cómico o, más bien, tragicómico. Hasta el 5º día, en que, ya convencido de que iba a morir allí, grabó un vídeo de despedida.
También talló su nombre, fecha de nacimiento y supuesta fecha de defunción en la pared de la grieta con el único brazo que le quedaba útil.

Finalmente, Aron Ralston se negó a morir allí. Cansado de tratar de despejarse de la roca, decidió amputarse él mismo el brazo con una herramienta que definió como "lo que obtendrías si compraras una lintera de 15$ y te regalaran una herramienta multiuso".
Consiguió liberarse.
Aún así, la salida de la grieta no daba a tierra firme, por lo que Ralston tuvo que bajar a duras penas. Estaba deshidratado. Encontró un charco con agua más bien sucia, y bebió hasta reponer parcialmente sus fuerzas. Estaba a 27 km. aprox. de su coche, y sin forma de comunicarse con nadie. Pero se había liberado. Mediodía en el cañón de Utah. Estaba medio moribundo, hambriento y con una pérdida de sangre considerable.
Después de más de 127 horas, Aron Ralston tuvo un poco de suerte. Se encontró con un matrimonio de los Países Bajos que estaban de turismo con su hijo. Fueron ellos quienes le dieron agua y avisaron a emergencias.

Ralston fue rescatado 6 horas después de amputarse el brazo derecho.
El resto del brazo fue retirado por las autoridades del parque del Blue John Canyon. Aron Ralston lo incineró y 6 meses más tarde, por su cumpleaños, fue allí, grabó un documental para la NBC, Dateline, y esparció las cenizas de su extremidad donde él mismo dijo "que pertenecen".

Ralston se recuperó del incidente y publicó un libro Entre la espada y la pared, que fue número3 en ventas en EE.UU..

Actualmente continúa haciendo senderismo y deportes de aventura, además de dar charlas por todo el mundo sobre "cómo no perdió su antebrazo, sino ganó de nuevo su vida".
Está casado desde el año 2009 y tiene un hijo, Leo, de casi 2 años.

Aquí está la noticia que publicó el diario El Mundo sobre el suceso de Ralston. (pinchad en "noticia").

Enlaces al documental Dateline, sobre su accidente: (ordenados)
http://www.youtube.com/watch?v=SyPBTblkzBI&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=8m5EkGuKgbs&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=St5F4-xOIYY&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=zgdNzM7XHm0&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=cvREto1-uYE&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=wO_fieushVw&feature=related

Éste es un vídeo que compara las imágenes reales que Ralston grabó como despedida, con el mismo momento en la película 127 horas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario