Parece increíble, pero sí. Los actores y actrices a los que hoy consideramos superestrellas también pasaron esa fase tan temida para todos los intérpretes: los casting. Y no cualquier casting... Sino las pruebas para las películas que les lanzaron a la fama. Claro, que alguno de ellos no logró el papel... Aquí os dejo una muestra de algunos.
Curioso, cuanto menos.
1.Natalie Portman para Leon El Profesional
2. Scarlett Johansson para Jumanji(papel que fue a parar a su competencia más rubia, Kirsten Dunst)
Bennett Miller es de los que se saben rodear. Empezando por sus guionistas, Zaillian y Sorkin, dos de los escritores de más talento y consiguiente éxito del mundo. Del primero, digamos sólo tres títulos: La Lista de Schindler, Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres (Fincher) y Hannibal. Del segundo, La Red Social. Háganse una idea. Pero esta película va más allá y cuenta en su cast con Brad Pitt y Philip Seymour Hoffman. Esto es una bola bien lanzada.
Aunque ya casi suene a tópico, Moneyball: Rompiendo las reglas, no es sólo una película sobre béisbol. El planteamiento parece sencillo desde un principio; sin embargo, vemos que su propósito no es sólo relatar el camino a la victoria, sino la superación colectiva y ese sentimiento tan humano: el corporativo.
Como ya pasó en La Red Social, esta película deja un mensaje bastante claro: participar activamente de algo que es más grande que uno mismo. El llegar hasta una meta y no quedarse parado. La diferencia entre una y otra es el carácter de sus protagonistas, claro está.
Estas películas me gustan por su falta de artificios o, mejor, porque sus trucos se encuentran en la interpretación, en los diálogos, escondidos en una pausa mientras alguien habla, en un gesto. Trata bien al espectador, es amable pero intensa. No nos olvidemos de que el béisbol es un deporte rudo, competitivo sobre todo con uno mismo, hermoso. Y que, como la propia película, no se desinfla al llegar al final, sino que aumenta su emoción.
Brad Pitt parece que le va cogiendo el gusto a este tipo de papeles. Mandíbulas a fuera, pronunciación brusca, arrogancia... Permítanme que recuerde ligeramente a su Aldo "El Apache", capitán de los Malditos Bastardos. He dicho ligeramente.
Afortunadamente, a ese sentido del humor del que gozan sus personajes, le viene como anillo al dedo un compañero como Jonah Hill, en el papel del asesor Peter Brand. Tal vez un poco desaprovechado, pero mejor quedarse con ganas de más, que sentir que ha sobrado en la trama. Son los dos papeles fuertes, y defienden la película como un dueto perfecto, en el que la voz fuerte la marca Pitt y los coros Hill. Uno de los puntos fuertes de esta película es el humor, administrado en su justa medida; compuesto por silencios entre frase-respuesta, miradas y ocurrentes salidas de tono del director deportivo. Lo entrañable de los personajes es, además, el trasfondo que tienen. La frustración y el trauma de Beane por todo lo que pudo ser y no fue; el amor a su hija, que coloca su rostro en una posición que no muestra más en toda la cinta; el miedo y la confianza, a partes iguales, de que algo falle o triunfe. Que la carga dramática de la película recae casi al cien por cien sobre el protagonista es cierto; no osbtante, cada uno de los secundarios lleva lo suyo. Véase el desmoralizado entrenador, interpretado por Philip Seymour Hoffman, ese actor al que no le importa hacer papeles pequeños aún siendo reconocido por el mundo entero como uno de los mejores actores del momento. El entrenador no cree en Beane, y tampoco en sí mismo; pero demuestra creer en el béisbol. Por lo demás, el cameo de Robin Wright, necesario para comprender parte de la mentalidad de Beane; y poco más.
Supongo que esta película está dotada de varias lecturas. Ningún visionario lo tiene fácil, esa está segura. Brad Pitt se esfuerza en cada film por hacernos ver el gran actor que en realidad es, más allá de ser uno de los (casi) cincuentones (18 de diciembre de 1963) más atracivos del mundo. Es más, nos da la impresión de que trata de ser un tipo feo en sus películas, nada refinado.
Miller dirige una película agradable y consigue que salgas del cine con una sensación de bienestar, con ganas de hacer lo correcto, de ver más allá de los límites que todo el mundo ve, para ir dónde nadie imagina que se puede ir, con tal de seguir avanzando.
Lo mejor: Los momentos de negociación de Beane y Brand. Lo peor: Uno espera ver más de Seymour Hoffman.
Nos encontramos de nuevo con un biopic con tintes políticos, esta vez, de un peso pesado de la historia reciente norteamericana. Clint Eastwood dibuja un John Edgar Hoover de carácter severo aunque mostrando sus grandes debilidades: sus relaciones personales y su afán por pasar a la historia.
El film, narrado como un tira y afloja desde la vejez a la juventud pasando por la madurez, guarda ciertos secretos que, ni leyendo las entrevistas realizadas a Eastwood y Dicaprio, logras descifrar hasta que no te sientas a verlo. Una trama repleta de recovecos por los que se cuelan ciertos detalles que pueden no gustar a todo el público.
No se es capaz de mostrar odio ni simpatía por el creador del FBI tal y como lo conocemos actualmente; tampoco provoca una empatía destacable. Se queda a medio camino. Cuando parece que habla de un hombre frágil, excesivamente dependiente de su madre, gira inesperadamente hasta dejar al espectador frente a una especie de visionario con garra e ideas claras y un punto, incluso, de tiranía.
Es importante la reflexión que se hace en la película acerca de que todo hombre poderoso acaba por corromperse. Así es. Así fue J. Edgar Hoover. Edgar para los más allegados. No obstante, se muestra también como un hombre con miedo, con un amor enorme en sus entrañas incapaz de exteriorizar o de pasarlo por encima de sus creencias y metas.
Dicaprio maneja la situación. Está ya acostumbrado dados sus últimos y muy celebrados papeles. Da la talla y alza la película. Menos mal, porque de no ser por él, la película pensaríamos que ha durado, efectivamente, toda la vida de J.Edgar. Una narrativa lenta, a ratos insustancial y repetitiva; Eastwood cojea últimamente por este lado, como ya le pasó con Invictus y Hereafter. Géneros distintos aparte, se echa de menos la emoción palpable de Mystic River y Million Dollar Baby. De El Intercambio, incluso.
De hecho, extremando un poco la opinión, podríamos decir que a esta película la salvan sus intérpretes. Destaca sobremanera Naomi Watts en el papel de la leal secretaria (casi novia en un principio) Helen Gandy. Una interpretación calmada, llevada al extremo del segundo plano y, sin embargo, necesaria. Así como Judi Dench, discreta en su rol de madre, pero intensa como pocos elementos en la película. Armie Hammer (los apuestos gemelos Winklevoss en The Social Network), en cambio, destruye este bienhacer de los secundarios. En su papel de Clyde Tolson no aporta matices, resulta exagerado e incluso (véase escena de la discusión) histérico. La palabra sutileza no va muy acorde con esta interpretación. Era un personaje fundamental en la historia, el de supuesto compañero sentimental de Hoover (y digo "supuesto" según lo que se cuenta en la historia verdadera, no porque en la película dejen lugar a dudas sobre si lo es), quien podría haber aportado serenidad, haber complementado y haber hecho colosal el personaje del director de la oficina; pero no.
La película juega a desconcertar al espectador, a llevar de un lado al otro haciéndole pensar que la vida de Edgar estaba llena de oscuridad, y de pronto hacer que el corazón de este tipo duro se ablande o esté lleno de dudas. A ese juego nos tiene acostumbrados Eastwood, acompañándolo de la luz. Claroscuros, una iluminación acorde con los trajes de los personajes... Y una escena excelente en cuanto a realización: Edgar pierde a su madre. El director no pierde facultades. Mantiene, aunque sólo en ocasiones, su saber hacer intacto. Sin embargo, no podemos perdonarle haber hecho una película de semejantes proporciones tan aburrida; una película que, al salir del cine, no quieres volver a ver. Que te deja frío por muy intenso que sea su final.
En definitiva, pienso que el enfoque está muy equivocado; a pesar de que Clint Eastwood deje claro que la actitud de Hoover no fue un gran ejemplo para las posteriores generaciones que se afanan en interrumpirle mientras cuenta la historia a su manera. Así es como Hoover hacía y deshacía sus asuntos, a su manera y por encima de todo.
Y así es como el director octogenario cuenta sus historias, por muy mal que suene aquello de "octogenario". Término tan prescindible como la exageración que envuelve esta cinta.
Vuelta a la superproducción que se desinfla. Así, no.
Lo mejor:la desgarrada reacción de J.Edgar al morir su madre. Lo peor: su ritmo, lento / el exagerado papel de Tolson
Si el otro día eran los directores los que premiaban a otros directores... Ahora les ha tocado a los actores. Han hablado, se han pronunciado, han votado y el resultado ha sido el éxito para The Help (Criadas y Señoras). Ésa ha sido la que muchos han calificado como "sorpresa". No creo que lo digan por el galardón a Jean Dujardin por The Artist, el cual, estaba bastante cantado... Sorpresa porque Meryl Streep haya pasado a segundo plano en estos premios. Pero es que Viola Davis es mucha Viola Davis.
Los premios han quedado así (fuente: indiewire.com)
FILM:
Outstanding Performance by a Cast in a Motion Picture The Help
Outstanding Performance by a Female Actor in a Leading Role Viola Davis, The Help
Outstanding Performance by a Male Actor in a Leading Role Jean Dujardin, The Artist
Outstanding Performance by a Female Actor in a Supporting Role Octavia Spencer, The Help
Outstanding Performance by a Male Actor in a Supporting Role Christopher Plummer, Beginners
Outstanding Performance by a Stunt Ensemble Harry Potter and the Deathly Hallows, Part 2
TELEVISIÓN:
Outstanding Performance by a Cast in a Drama Series Boardwalk Empire
Outstanding Performance by a Female Actor in a Leading Role (TV Drama) Jessica Lange, American Horror Story
Outstanding Performance by a Male Actor in a Leading Role (TV Drama) Steve Buscemi, Boardwalk Empire
Outstanding Performance by a Cast in a Comedy Series Modern Family
Outstanding Performance by a Female Actor in a Leading Role (TV Comedy) Betty White, Hot in Cleveland
Outstanding Performance by a Male Actor in a Leading Role (TV Comedy) Alec Baldwin, 30 Rock
Outstanding Performance by a Female Actor in a Leading Role (Miniseries/TV Movie) Kate Winslet, Mildred Pierce
Outstanding Performance by a Male Actor in a Leading Role (Miniseries/TV Movie) Paul Giamatti, Too Big To Fail
La pasada noche se celebraron en L.A. los premios del DGA, el sindicato de directores hollywoodienses. Estos premios tienen un especial interés puesto que es la opinión de los propios profesionales, a otros profesionales del gremio.
El triunfador, para la NO sorpresa de todos, fue Michael Hazanavicius por The Artist; y cada vez tenemos más claro por qué pie van a cojear este año los Oscar. En cualquier caso, los premios por excelencia del mundo del cine a menudo sí que nos dejan boquiabierto (véase el éxito de Katheryn Bigellow cuando The hurt locker).
Para más datos, desde la creación de estos galardones en 1948, sólo 6 de los que ganaron este premio NO ganaron el Oscar. Las estadísticas te sonríen, Hazanavicius.
Es inevitable alegrarse por los premios a esta película, una oda al cine puro de principios de siglo, tanto en trama como en realización. A todo el mundo le cae en gracia. Sin embargo, la humildad por encima de todo. El director contaba ayer que al hacer esta película jamás contaron con la avalancha de buenas críticas y premios que iban a recibir.
Paradójico. En la era 2.0. y 3G, arrasa la vuelta a los comienzos.
La Anagnórisis o Agnición consiste en el reconocimiento dramático de la identidad de un personaje o el significado de un objeto esencial en la historia. Este conocimiento siempre provoca sorpresa y lleva consigo unas consecuencias funestas o felices. Aristóteles lo define como "el cambio desde la ignorancia al conocimiento, para amistad o para odio, de los destinados a la dicha o al infortunio".
Se trata de un recurso eficaz para provocar giros inesperados, tanto en los nudos de acción como en la historia interior de los personajes. Puede producirse a la vez en el protagonista y en el espectador, creando un efecto emocional basado en la sorpresa.
El guionista también puede emplear la anagnórisis sólo con el espectador, mientras oculta al protagonista la identidad de otros personajes. (Spiderman y el Duende Verde). A diferencia de la anterior, esta estrategia crea un vínculo de complicidad entre el guionista y el espectador que hace que se eleve el pico de suspense.
De todas las anagnórisis posibles, la que provoca mayor tensión dramática es la del reconocimiento de la propia personalidad; pues afecta de modo radical a la historia interior de los personajes y pueden asociarse a conflictos internos, inestabilidad emocional y dudas de identidad. (Una mente maravillosa, Buzz Lightyear en Toy Story).
Sucede en numerosas películas políacas (Seven) o en cuyas tramas se busca a un asesino o un villano. Otro ejemplo se da en la película Ransom, con Mel Gibson; o en El Coleccionista de Huesos.
Anagnórisis en El Sexto Sentido (M.Night Shyamalan, 1999). SPOILER
Anagnórisis en Toy Story (John Lasseter, 1995)
(definición por Antonio Sánchez-Escalonilla, Diccionario de creación cinematográfica)
Aquí están los nominados. Bajo mi punto de vista, se echan mucho en falta más nominaciones para Drive y Shame. Aunque me alegro enormemente por Stephen Daldry y su Extremely Loud & Increidibly Close, que ha llegado a tiempo para competir con las grandes.
La apuesta de VOLTIO es The Artist como gran ganadora.
(marco con X mis predicciones)
MEJOR PELÍCULA
The Artist X
Los descendientes
Extremely Loud & Incredibly Close
Criadas y señoras
La invención de Hugo
Midnight in Paris
Moneyball
El árbol de la vida
War horse
DIRECTOR
Michel Hazanavicius (The artist) X
Alexander Payne (Los descendientes)
Martin Scorsese (La invención de Hugo
Woody Allen (Midnight in Paris)
Terrence Malick (El árbol de la vida)
MEJOR GUIÓN ORIGINAL
The artist X
La boda de mi mejor amiga
Margin call
Midnight in Paris
Nader y Sinim, una separación
MEJOR GUIÓN ADAPTADO
Los descendientes
La invención de Hugo
Los idus de marzo
Moneyball
El topo X
ACTOR PRINCIPAL
Demián Bichir (A better life)
George Clooney (Los descendientes)
Jean Dujardin (The artist) X
Gary Oldman (El topo)
Brad Pitt (Moneyball)
ACTOR DE REPARTO
Kenneth Branagh (My Week with Marilyn)
Jonah Hill (Moneyball)
Nick Nolte (Warrior)
Christopher Plummer (Beginners) X
Max von Sydow (Extremely Loud & Increidibly Close)
ACTRIZ PRINCIPAL
Glenn Close (Albert Nobbs)
Viola Davis (The Help)
Rooney Mara (Millenniun: los hombres que no amaban a las mujeres)
Meryl Streep (La dama de hierro) X
Michelle Williams (My week with Marilyn)
ACTRIZ DE REPARTO
Bérénice Bejo (The artist)
Jessica Chastain (Criadas y señoras) X
Melissa McCarthy (La boda de mi mejor amiga)
Janet McTeer (Albert Nobbs)
Octavia Spencer (Criadas y señoras)
PELÍCULA ANIMADA
Un gato en París
Chico y Rita
Kung Fu Panda 2
El gato con botas
Rango X
DIRECCIÓN ARTÍSTICA
The Artist
Harry Potter y las reliquias de la muerte-Parte 2
La invención de Hugo X
Midnight in Paris
War horse
FOTOGRAFÍA
The artist X
Millenniun: los hombres que no amaban a las mujeres
La invención de Hugo
El árbol de la vida
War horse
DISEÑO DE VESTUARIO
Anonymous
The artist
La invención de Hugo X
Jane Eyre
W.E.
DOCUMENTAL
Hell and Back Again
If a Tree Falls: A Story of the Earth Liberation Front
Paradise Lost 3: Purgatory
Pina X
Undefeated
CORTOMETRAJE DOCUMENTAL
The Barber of Birmingham: Foot Soldier of the Civil Rights Movement X
God Is the Bigger Elvis
Incident in New Baghdad
Saving Face
The Tsunami and the Cherry Blossom
MONTAJE
The Artist
Los descendientes
Millenniun: los hombres que no amaban a las mujeres
La invención de Hugo X
Moneyball
MEJOR PELÍCULA EN LENGUA NO INGLESA
Bullhead (Bélgica)
Monsieur Lazhar (Canadá)
Nader y Simin, una separación (Irán) X
Footnote (Israel)
In darkness (Polonia)
MAQUILLAJE
Albert Nobbs X
Harry Potter y las reliquias de la muerte-Parte 2
La dama de hierro
BANDA SONORA ORIGINAL
John Williams (Las aventuras de Tintín)
Ludovic Bource (The artist) X
Howard Shore (La invención de Hugo)
Alberto iglesias (El topo)
John Williams (War horse)
CANCIÓN ORIGINAL
Man or muppet (The Muppets)
Real in Rio (Rio) X
CORTOMETRAJE ANIMADO
Dimanche/Sunday
The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore
La Luna
A Morning Stroll
Wild Life X
CORTOMETRAJE
Pentecost
Raju
The Shore X
Time Freak
Tuba Atlantic
SONIDO
Drive
Harry Potter y las reliquias de la muerte-Parte 2
La invenciónde Hugo X
Transformers: la cara oculta de la luna
War horse
EDICIÓN DE SONIDO
Millenniun: los hombres que no amaban a las mujeres
Caperucita ya pasó por los cines, primero en forma de dibujo animado y, después, con Amanda Seyfried vestida de rojo en una versión escabrosa del cuento infantil (Catherine Hardwicke, 2011).
Matt Damon y Heath Ledger se disfrazaron de los hermanos Grimm en El secreto de los Hermanos Grimm (Tery Gilliam, 2005).
La Cenicienta interpretada por Drew Barrymore en Por siempre jamás (Andy Tennant, 1998).
Peter Pan ha sido revisada en varias ocasiones y desde distintos puntos de vista, desde la modernizada dirigida por P.J. Hogan en 2003 con el malo malísimo Jason Isaacs; pasando por Hook (Steven Spielberg, 2003) y Descubriendo Nunca Jamás (Marc Forster, 2003) con Johnny Depp y Kate Winslet.
Incluso se especuló con que la innovadora Avatar (James Cameron, 2009), podría tener su base argumental en Pocahontas.
Todo esto sin contar El Mago de Oz, El Principito, Las Crónicas de Narnia, Un Puente hacia Terrabithia, Charlie y la fábrica de chocolate, etcétera; que no nos suenan tan cercanas en nuestra cultura popular, o no nos han llegado tan fuerte como el resto de los clásicos ya citados.
Ahora le toca a Blancanieves. Primero, con su personaje en la serie Once Upon a Time, y ahora en la gran pantalla y sin dibujos de por medio. Se aproximan 3 propuestas bien distintas:
1. A la española, Blancanieves(Pablo Berger, 2012). Se trata de un proyecto bastante ambicioso del director de Torremolinos, 73; del que dice "es un homenaje al cine". Será una película muda y no se estrenará sólo en cines, sino también en teatros, puesto que la BSO sonará en directo a cargo de Alfonso Villalonga, habitual compositor en el cine de Isabel Coixet. En el reparto destaca Maribel Verdú como la madrastra de Blancanieves. La película, según su página web, viste a Blancanieves como "Carmen, una bella joven con una infancia atormentada por su terrible madrastra, Encarna. Huyendo de su pasado, Carmen, emprenderá un apasionante viaje acompañada por sus nuevos amigos: una troupe de Enanos Toreros". www.blancanieves.es
2. A la americana, que llega en junio de 2012, Blancanieves y la leyenda del cazador (Rupert Sanders, 2012), con Kristen Stewart (Crepúsculo) encarnando a la princesa y Charlize Theron (Monster, Noviembre Dulce) como la malvada reina. Revisión oscura del cuento de los hermanos Grimm en la que el cazador, además de salvarle la vida a Blancanieves, le enseña cómo defenderse del poder de la reina.
3. Además, ésta última competirá con Mirror, Mirror (Tarsem Singh, 2012), cuyo estreno en España está previsto para marzo de 2012. En esta versión, parece que serán más fieles al cuento original, sin oscuridad aunque con mucha acción e incluso modernizándolo; habrá comedia y un algunos toques que recordarán a la versión de Tim Burton de Alicia... Como en el resto de adaptaciones, el peso fuerte del reparto cae sobre la madrastra y reina, a quien interpretará Julia Roberts; dejando el papel de Blancanieves a Lily Collins (The blind side). Sean Bean (El Señor de los Anillos) será el padre del Blancanieves al que su terrible esposa mata.
Por fin, Stephen Daldry estrena película. Y no es poco que cuenta con Tom Hanks y Sandra Bullock para defenderla.
Ésta es la cuarta película del director inglés, después de las obras maestras Billy Elliott, Las Horas y The Reader. Y digo "obras maestras" con la boca grande, sin miedo.
Extremely load & IncrediblyClose (Tan fuerte, Tan cerca) trata sobre un niño, Oskar (Thomas Horn), cuyo padre (Tom Hanks) muere en los atentados del 11-S. Entre las pertenencias que su padre le deja, encuentra una llave en un sobre en el que sólo pone "BLACK". Esta llave le servirá para averiguar por qué su padre se encontraba en las Torres Gemelas en el momento del atentado. Sandra Bullock interpreta a la madre.
Se trata de una adaptación de la novela homónima de Jonathan Safran Foer.
Es la primera película para Thomas Horn, que fue descubierto tras ganar más de 30.000$ en un programa de la cadena ABC.
La música corre a cargo de Alexander Desplat, quien ya ha compuesto las BSO, entre otras, de El Árbol de la Vida (Terrence Malick, 2011), The Queen (Stephen Frears, 2006), La Saga Crepúsculo: Luna Nueva (Chris Weitz, 2009), El Curioso Caso de Benjamin Button (David Fincher, 2008), y la dos últimas entregas de Harry Potter (David Yates).
En EE.UU. ya han podido verla, puesto que los productores se apretaron el cinturón para estrenarla en diciembre y que participase en los Oscar 2012. Sin embargo, tiene pocas posibilidades por el estrecho margen que han dejado a los académicos para juzgar y comparar con la fortísima competencia que hay este año. Estreno en España: 16 de marzo de 2012
Partamos de la base de que todo el mundo sirve para algo. Hay a quien dibujar le resulta facilísimo, a quien cocinando le vienen millones de creativas ideas y da con el gusto exquisito, quien tiene un sentido del oído desarrolladísimo y toca cualquier instrumento... Y luego está Alexander Payne.
Alexander Payne cuenta historias. Las cuenta y punto. Sin dobleces, va directo a la historia. Nada sobra y nada falta. Los fuegos artificiales no son lo suyo. No hay más efecto especial que un gesto ante la cámara.
Los Descendientes es una película para valientes, que habla de valientes que siempre se vistieron de cobardes. O estuvieron ocupados en no ver lo que realmente eran.
La historia comienza pronto, en los 5 primeros minutos ya estás dentro de la vida de Matt King (George Clooney). Ya comprendes de qué va y cuál es su forma de vivir. Payne cuenta un episodio importante en la vida de alguien, pero no el más importante. Vuelca su esfuerzo en que la historia sea de verdad, en que entiendas qué es lo que pasa. King es un hombre que debe superar sus miedos, y encontrar la forma de manejar su vida. Toda su vida.
Lo que ocurre es que en la película no hay grandes puntos de giro. Hay evolución, hay transformación y se da que se destapan los sentimientos de alguien. Con Los Descendientes, descubres.
Ya lo hizo con Entre Copas y Apropósito de Schmidt; pero con éste último film llega a lugares a donde no había llegado. Uno se imagina que la historia, en vez de en Hawaii, estuviera contada en Chicago, y perdería sentido. Por supuesto que esto es asunto del autor de la novela en la que se basa la película, Kaui Hart Hemmings. El caso es que no muestra la imagen de Hawaii típica, tal y como nos la imaginamos. Eso cuenta Clooney al arrancar los motores: nada de surf, playas, cócteles... Sino que estamos en una isla moderna, pero con raíces profundas. Inmersa en la tradición; y hasta eso es digno de amar en la cinta.
Habrá quien la catalogue de simple; pero así es Alexander Payne. Un hombre de detalles. Los personajes cuentan con todo lujo de matices, de brillo del que no te cansas de mirar. Y George Clooney. Qué puede haber mejor para un director no del todo comercial, que una superestrella de Hollywood se convierta en un intérprtete de semejante categoría. Es por esto que la película, en ese sentido, es redonda. El valor es recíproco. Clooney hace más grande el trabajo de Payne, y Payne hace colosal el trabajo de Clooney. La combinación es perfecta y, lo mejor de todo, nada peligrosa. Todo lo contrario. Es sana, y hermosa.
Ahí encontré el adjetivo. Los Descendientes es una película hermosa. Es fácil de ver, amable... Es transparente, porque Matt King es transparente. Es un ser tremendamente imperfecto, desastroso y, por todo ello, maravilloso. Es una película sobre la familia. También sobre el amor, sobre todo a lo que uno tiene y ha de pelear por mantener. Es también una película sobre el mundo en el que vivimos.
No hay leeciones morales, pero sí se aprende. Esta película se debe escuchar con atención. Por supuesto, ver con los ojos abiertísimos. El bienhacer del director, por simple que sea, se deja ver; o si no, fíjense en la carrera de Clooney o en el estéticamente conseguido y desgarrador plano subacuático protagonizado por Alex (la hija mayor, encarnada por Shailene Woodley). Detalles. La sutileza de los gestos, que en una familia significan tanto. Cuando algo sucede y no es preciso hablarlo. Sólo un cruce de miradas entre un padre y una hija es capaz de dar explicación a cualquier misterio. Y uno, sentado en su butaca, entiende ese lenguaje porque la cámara lo hace perceptible. Sí, esta película sabe mucho sobre comunicación. De hecho, para mejorar esa premisa, diremos que es una película que: Parte de la incomunicación, para llegar a la comunicación. Que sigue, también del algún modo, un método inductivo: de un hecho concreto (el trágico suceso con su esposa), a un hecho general (el amor por lo que posee y debe conservar: su familia y sus raíces).
No esperen más de la película que lo que suponen que van a ver. No hay sorpresas. Tampoco decepciones. Payne, repito, es así. Sorprende por la facilidad que demuestra contando historias.
No es la película que considerarán "del año". Tal vez no reciba más premios que el de su afamado protagonista, eso sí, alejado cada vez más de los papeles facilones de galán sexy. Sin embargo, recordarán esta película cuando menos se lo esperen. Tal vez estén sentados un día, y recuerden cuánto les gustó; qué sencillo les resultó verla. Qué agradable fue.
Así es el cine del este director. Y gracias. Sin prisas, pero sin pausas. Tal vez lo que recuerden sea su banda sonora. Con melodías típicamente hawaianas. Relajantes, animadas, tristes algunas. La mayoría interpretadas por artistas nativos. Perfectas para un día de verano, o un día de invierno en que tengan que trabajar al irse el sol y con una bebida caliente. No importa.
Lo único importante es el sabor de boca que deja. Dulce. De esta película sale uno un poco más maduro. Más sensato, posiblemente.
Cuando la película termina, no sientes el impulso de levantarte y aplaudir. Sucede, cuando te das cuenta de lo que has visto, que esbozas lo que podría ser una sonrisa parecida a cuando es palpable que las cosas se han sabido hacer.
Y levantas la mano amablemente, y le dices a tu nuevo amigo, Alexander Payne, que ya nos veremos, y que te alegras mucho de haberte encontrado de nuevo con él.
Lo mejor: Qué difícil es hacer que te resulte fácil de ver una situación tan dura y complicada como la del protagonista. Esta película lo hace.
Lo peor: la triste verdad que consiste en darse cuenta de que, a veces, para ser un héroe real, tienes que dejar irse muchas cosas.
Estamos ya acostumbrados a ver los límites del ser humano, ya no en la gran pantalla, sino en la vida real. "Con la que está cayendo". La Chispa de la Vida pueden ser muchas cosas, pero hay que saber encontrarlas. Alex de la Iglesia hurga en el lado oscuro de cada persona que la busca.
El género dramático es muy serio para este director, y la comedia suena como un concepto flojo dadas las circunstancias que se nos presentan ya en el argumento. Tragicomedia es la palabra que puede ajustarse más a este arranque reinvindicativo de dignidad que sufre el personaje de Roberto (José Mota), protagonista de la historia. Un teatro romano y cientos de miles de espectadores, dentro y fuera de la pantalla, esperando a saber cómo se resolverá la espeluznante situación en la que se encuentra este publicista en paro que ya no sabe qué hacer ni cómo manejar su vida.
Ahora mismo, en este mismo instante en el que lees esta crítica, hay demasiada gente con un hierro clavado en la cabeza. Ejerciendo presión sobre sus ideas, sobre el futuro de sus vidas a corto plazo. Sátira, puede ser. Pero al final de la historia sólo queda el drama. El humor se evapora con el sudor del protagonista. Tal vez la película se desinfla, o tal vez va girando hasta llegar al corazón, a lo verdadero. Es ahí donde De la Iglesia juega su papel. Rebuscando en el dolor y la desesperación. Sabe hacerlo. Alguien debe hacerlo. Tal vez, oportunista, pero siempre honesto. Esta cinta no humilla, sino que trata de dignificar a alguien a quien los recursos se le han acabado. ¿Cómo? Amor. Esta película también habla de amor. Salma Hayek da vida a Luisa, la mujer de Roberto. El amor. Nerea Camacho y Eduardo Casanova, a los hijos. El amor. Tallafe es Claudio, el guardia jurado al que el publicista se le escapa. La amistad.
Esta historia tiene muchas moralejas, por mucho que se empeñen en hablar sólo de que todo el mundo tiene un precio, del patético panorama que nos ofrece la televisión en nuestro país, de cómo cualquiera se aprovecha de otro cualquiera en cualquier momento y de hasta dónde estás dispuesto a llegar.
El director bilbaíno lleva a límites insospechados las bajas pasiones de un hombre. Ya lo hizo en su anterior film, Balada triste de trompeta, donde el eje central de la historia volvía a ser la locura de un pobre desgraciado que ansía por encima de todo ser feliz. Todo hecho a su manera, por supuesto. Bien es cierto que la brusquedad con la que está narrada la tragedia, de principio a fin, roza lo excesivo. Pero también es ahí donde llamamos a participar al adjetivo que mejor define el cine de Alex de la Iglesia: esperpéntico. Y todo drama esperpéntico lleva consigo un toque de comedia ácida, negra y miserable; que tan bien se le da a este cineasta.
A cambio de todas estas ideas, la curiosidad de ver a José Mota actuando en semejante papel. A ratos no resulta creíble, a ratos uno cree que nadie podría haber hecho mejor ese papel. El cómico ha cumplido. Fíjense con atención en la secuencia del coche. Es imposible no soltar, mínimo, una carcajada. Lo que no está claro es qué provoca esa risa. Hay que valorarla con el conjunto de la película. Compensa la crítica hacia los actores el indudable saber hacer de Hayek, más envejecida de lo que pensaba. Una mujer madura latina con todas sus consecuencias y curvas. Tuvo suerte, Roberto. Uno no puede sino admirar la belleza interior y exterior del personaje, todo gracias a la actriz mexicana. Y completan el reparto un conjunto de conocidos del cine del ex presidente de la Academia. Tejero, De la Torre, Tallafe... y de pronto, Blanca Portillo, rígida y de cuando en cuando amable con el público y con el personaje. A veces creo que en este país no se la valora lo suficiente.
Con esta película vemos sangre en pequeñas dosis, pero fundamentales para la intensidad de la historia. Sin embargo, ese color rompe las expectativas de todos. El final llega y necesitas saber qué va a ocurrir tanto o más que los propios espectadores dentro de la pantalla. Por un momento se me ocurrió que no lo íbamos a averiguar; al más puro estilo Hitchcock con su "te vas a quedar con las ganas", también ilustrado por Amenábar en el arranque de su Tesis.
En fin, que la sociedad actual está terriblemente podrida, pero esperemos que no nos falte una mano que agarrar cuando lo peor de lo peor llegue. Que el chaparrón, más metafórico que visual, cuando de cualquier manera tengamos que buscar una solución a nuestras vidas, sea lo más cálido posible y nunca venga de algún individuo al que considerábamos un amigo.
Y que al entrar en la película, recuerde que ésta también habla de amor. Que Alex de la Iglesia es "un tipo que hace cine" y es honesto, y sensato; aunque descarado. Siempre descarado. La Chispa de la Vidazarandea la moral de cada uno, pero hay que tener cuidado con lo que uno se plantea, no vaya a caerse de nuevo al vacío.
Lo mejor: la delgada línea que separa la risa, de la vergüenza de reír ante semejante tragedia. Lo peor:la burla/homenaje al 15-M, precisamente por no saber si es burla u homenaje.
Después del éxito de Buried, el director gallego parece que va a pegar de nuevo con fuerza en los cines a partir del 2 de marzo(fecha prevista para el estreno).
Red Lights cuenta con un reparto de los que no se ven a menudo: Robert Deniro, Sigourney Weaver y Cillian Murphy.
Del film, que lleva como etiqueta el género thriller con toques metafísicos, no se sabe demasiado; apenas unos matices sobre su trama.
Dos policías que tratan de hacer prevalecer la verdad investigada por encima de las explicaciones metafísicas. Hasta que reaparece un extraño vidente (Deniro), tras 30 años sin dar señales de vida, que hace remover todas esas convicciones científicas.
El material que posee la prensa hasta el momento son sólo dos bocetos de carteles y un teaser, cuanto menos, inquietante.
Cortés está sabiendo hacer bien las cosas. No sólo cinematográficamente, eso sin duda; sino también promocionando sus películas. Recordemos el tráiler de Buried (2010), que con tanta curiosidad dejaba al espectador.
El cine español que traen directores como Rodrigo Cortés, J.C. Fresnadillo, Jaume Balagueró, etc.; abofetea los prejuicios de todos aquellos que no confían en los cineastas nacionales. Claro que también cuentan los repartos internacionales con los que ruedan sus películas. En cualquier caso, en este blog, somos muy partidarios de ello. El cine español se está integrando cada vez más en las taquillas extranjeras. Ya no están solos Almodóvar y Amenábar. Ellos ya han llegado.
·No se puede hacer un biopic con un 60% del metraje centrado en el estado actual del personaje, en este caso, Margaret Thatcher.
·En algunos momentos de la película hay unos cambios de plano innecesarios; unos cambios demasiado bruscos de primer plano a primerísimo primer plano que resultan inútiles para la trama, no aportan nada.
·El buen tratamiento del personaje de Denis Thatcher (Jim Broadbent)hace que el film se vuelva más amable, romántico casi. Muy de acuerdo en resaltar que la primera ministra llegó hasta donde llegó gracias, en parte, a Denis. Éste no se mereció ser tratado en Inglaterra como un títere (que no lo era) de su esposa, caricaturizado por el pueblo sin consideración alguna. Bien por mostrar a Denis Thatcher como un marido enamorado entregado a su mujer.
·Meryl Streepes capaz de cualquier cosa. Ya lo sabíamos; pero por si se nos había olvidado. Sin embargo, y aunque sería justo, no se le puede dar un Oscar por cada papel que hace. Hay que dar nuevas oportunidades.
·Phyllida Lloydha hecho una película de una mujer, dirigida a las mujeres. No hay nada de malo en reconocerlo. También fue así en Mamma Mía! Es correcta, pero la brillantez no se consigue (sólo) con planos espectaculares, con una composición obvia, coloreado con oscuro y un punto inmensamente azul. El plano queda bonito, pero predecible.
·Es una película de titulares. Cada vez que el personaje de Streep abre la boca, se podrían enmarcar sus palabras y colgar de un muro de motivaciones. De esos que cuando buscas inspiración miras, buscando la idea que te falta.
-Dios salve a la Thatcher. Dios salve a Meryl Streep-
Es posible que, de todas las películas que he visto los últimos dos años, una de las que más me impactó fue 127horas (Danny Boyle, 2010).
Me sonaba la historia de Aron Ralston, estudiante de ingeniería mecánica y montañero aficionado de Indiana (EE.UU); pero lo cierto es que no la conocía en profundidad. Fue después de ver la película que protagonizó James Franco, que me interesé más por su vida.
Ralston, tras finalizar su carrera, trabajó para Intel hasta el año 2002, fecha en que lo dejó todo para recorrer los llamados "fourteeners" (picos de más de 14.000 pies=4.300m aprox.), y hacer del senderismo su forma de vida.
En el año 2003, emprendió la que iba a ser "la gran aventura de su vida". Y tanto. Cogió el coche, la bici y todo lo que solía llevarse a sus excursiones y llegó al Blue John Canyon, cercano a Moab, Utah; con la intención es escalar todo lo que se le pusiera por delante y caminar hasta llegar al último rincón del cañón.
Aron solía decir a su madre y amigos dónde emprendía las excursiones, pero en esa ocasión y sin motivo aparente, no lo había hecho. Error.
En su afán por colarse por cualquier grieta existente entre las rocas, una de ellas le pasó una mala jugada. Al tratar de bajar desde la abertura de la roca, hasta el suelo de la misma, encontró una piedra en la que pensó que podría ayudarse para bajar. La roca, de unos 90 kg., se encontraba atascada entre las dos paredes de la grieta, pero la fuerza de Ralston al apoyarse hizo que ésta cediera, empujándole de golpe a él hasta el fondo y atrapando su antebrazo derecho. El brazo de quedó atrapado entre la gran piedra y la pared de la grieta, sin que el montañero pudiera liberarse, por muchos y muy fuertes que fueron sus esfuerzos. La angustia de Ralston, más allá del dolor físico, fue el caer en la cuenta de que ninguno de sus conocidos sabían de su paradero y, por tanto, nadie estaría buscándole. Trató de suministrarse el agua en pequeñas dosis, aún sabiendo que muy probablemente aquél iba a ser su fin. Con la cámara de vídeo que llevaba siempre para recordar sus excursiones grabó varios vídeos, narrando con detalle cuál era su situación. A veces, muchos de ellos, en un tono cómico o, más bien, tragicómico. Hasta el 5º día, en que, ya convencido de que iba a morir allí, grabó un vídeo de despedida. También talló su nombre, fecha de nacimiento y supuesta fecha de defunción en la pared de la grieta con el único brazo que le quedaba útil.
Finalmente, Aron Ralston se negó a morir allí. Cansado de tratar de despejarse de la roca, decidió amputarse él mismo el brazo con una herramienta que definió como "lo que obtendrías si compraras una lintera de 15$ y te regalaran una herramienta multiuso". Consiguió liberarse. Aún así, la salida de la grieta no daba a tierra firme, por lo que Ralston tuvo que bajar a duras penas. Estaba deshidratado. Encontró un charco con agua más bien sucia, y bebió hasta reponer parcialmente sus fuerzas. Estaba a 27 km. aprox. de su coche, y sin forma de comunicarse con nadie. Pero se había liberado. Mediodía en el cañón de Utah. Estaba medio moribundo, hambriento y con una pérdida de sangre considerable. Después de más de 127 horas, Aron Ralston tuvo un poco de suerte. Se encontró con un matrimonio de los Países Bajos que estaban de turismo con su hijo. Fueron ellos quienes le dieron agua y avisaron a emergencias.
Ralston fue rescatado 6 horas después de amputarse el brazo derecho. El resto del brazo fue retirado por las autoridades del parque del Blue John Canyon. Aron Ralston lo incineró y 6 meses más tarde, por su cumpleaños, fue allí, grabó un documental para la NBC, Dateline, y esparció las cenizas de su extremidad donde él mismo dijo "que pertenecen".
Ralston se recuperó del incidente y publicó un libro Entre la espada y la pared, que fue número3 en ventas en EE.UU..
Actualmente continúa haciendo senderismo y deportes de aventura, además de dar charlas por todo el mundo sobre "cómo no perdió su antebrazo, sino ganó de nuevo su vida". Está casado desde el año 2009 y tiene un hijo, Leo, de casi 2 años.
Aquí está la noticia que publicó el diario El Mundo sobre el suceso de Ralston.(pinchad en "noticia").
David Lynch. Nacido David Keith Lynch un 20 de enero de 1946 en Montana, EE.UU. 66 años cumple hoy este genio de tupé inigualable.
Su faceta artística abarca desde la dirección cinematográfica al diseño de mobiliario; no sin antes olvidarnos de la música, la fotografía y la pintura.
Con sus padres viajaba de un estado a otro, así, durante toda su niñez; lo que hizo de Lynch un niño solitario que no conseguía estrechar lazos con casi nadie. Nada era duradero.
En cualquier caso, su familia era de convicciones tradicionales, a lo que el director (aún adolescente) respondía mostrando interés por cualquier clase de rarezas.
Pasó por el Corcoran School of Art (Washington), donde empezó a desarrollarse en la pintura más bien de corte surrelista; continuó en el Boston Museum School lugar en el que sus profesores se esforzaron por convertir ese mundo surrealista de David en imágenes en movimiento, a través de cortometrajes experimentales. De esto modo llegó The alphabet (1968), primeros indicios de su gusto por lo escabroso.
Lynch empezó a mostrar cada vez más interés por el cine y, de esta forma, la Academia de Bellas Artes de Pensilvania, donde estaba ya cursando estudios, financió el que para el director sería su debut de cara el público: The grandmother (1970).
El joven artista, al tiempo que trabajaba en su obra y estudiaba, trataba de entender el mundo de Francis Bacon o Edward Hopper, artistas que le influenciaron enormemente. En esta época, David Lynch no era aún solvente, por lo que trabajó, entre otra cosas, como conserje y empleado en una tienda de fotocopias.
Por fin, en 1979, Lynch comenzó sus estudios de Cine. Fue en el Center for Advanced Film Studies de L.A. Tres años más tarde, gracias a una beca del American Film Institute, arrancó el su primer rodaje, que no pudo terminar hasta cuatro años más tarde. Cabeza Borradora era un film ambicioso y vanguardista, tal vez excesivamente atrevido; sin embargo, a Mel Brooks le pareció que era la señal perfecta de que aquel joven cineasta era lo que necesitaba la película que andaba produciendo: El hombre elefante, con Anthony Hopkins y John Hurt.
La película relataba una historia real, ambientada en Londres, en 1884, cuando el doctor Frederick Treves (Hopkins) descubrió en una feria ambulante a la criatura que llamaban hombre elefante y que en realidad era John Merrick (Hurt), un joven de 21 años afectado por una neurofibromatosis múltiple que lo convertía en un ser deforme.
Cuando completó El hombre elefante, Lynch ya se había convertido en una de las jóvenes promesas del cine estadounidense. Ahora bien, no fue aquel un momento especialmente feliz en lo que concierne a decisiones profesionales: defendió un proyecto irrealizable, Ronnie Rocket, y además se permitió rechazar la oferta de George Lucas para dirigir El retorno del Jedi (1983).
Sin embargo, el proyecto que aceptó fue Dune, una película de gran presupuesto que, profesionalmente, no le dejó en muy buen lugar. Tanto se criticaron en su momento los resultados, que con el tiempo Dune se ha convertido en un film a redescubrir, lleno de momentos de interés, sobre todo en el terreno estético.
El fracaso comercial de Dune puso en entredicho la carrera de Lynch, quien quiso resarcirse con Terciopelo azul (1986), un curioso homenaje al cine negro que tenía cualidades que lo acercaban a los universos de Kafka y Buñuel. Kyle MacLachlan, un recuperado Dennis Hopper y la casi debutante Isabella Rossellini protagonizaban una historia llena de violencia implícita desde el arranque con la oreja cercenada, hasta el final.
Sus películas tienden a describir los entresijos de pequeñas comunidades de los Estados Unidos, como es el caso de Twin Peaks: Fire walk with me o Blue Velvet. Lynch siente también predilección por los secretos ocultos de los barrios periféricos de L.A., retratados en Lost Highway y Mulholland Drive.
En 1990 comenzó la emisión de Twin Peaks en España precedida por un enorme éxito en EEUU, y en todos los países en los que se había comenzado a emitir o se encontraba en emisión en aquellos momentos. Constaba de 30 en capítulos, en los que la historia se centraba en descubrir quién mató a Laura Palmer y, mientras, todos los personajes iban descubriendo sus bajas pasiones.
Twin Peaks está repleta de simbolismo (cosa habitual en el mundo Lynch) y sabiendo utilizar el medio televisivo, ya que en la pequeña pantalla puede usarlo de manera repetitiva, alcanzando así una dimensión mucho mayor.
Más o menos, es en ésta etapa de su carrera cuando comienza su relación profesional con Angelo Badalamenti. El sonido en las películas de Lynch es fundamental y por ello cada banda sonora es trabajada con esmero. El responsable de conseguir ese sonido es Badalamenti, colaborador habitual del director, creador entre otras de la fascinante banda sonora de la serie de televisión Twin Peaks o de la inquietante y perturbadora Lost Highway.
Sin embargo, nuevas películas fracasaron en taquilla y el público empezó a desatender las excentricidades del director. En este nivel, intentó poner en marcha la carrera cinematográfica de su hija, Jennifer Chambers Lynch, pero su primer filme no dio los resultados esperados. Cuando el director aceptó realizar un anuncio televisivo por encargo de una firma de tests para embarazo, muchos críticos se preguntaron qué había malogrado la carrera de un creador tan prometedor e influyente. En 1996, después de una relativa ausencia, pareció adquirir protagonismo con Carretera perdida, un filme opresivo e inquietante. En 1999 sorprendió a crítica y público con Una historia verdadera, un filme intimista muy alejado del resto de su obra. En 2001 volvió a su rebuscamiento y excentricidad habituales con Mulholland Drive, la cual le devolvió el prestigio internacional que, pese a muchos, merecía.Las principales influencias de Lynch fueron Stanley Kubrick y Fellini, Kafka y Bacon; sin embargo, se ha mostrado siempre admirador del cine de Buñuel y Tati, Herzog y Polanski (de quien es buen amigo).